San Jorge es el patrón de Aragón, pero no había ninguna
referencia suya en Zaragoza hasta que Carlos Ochoa realizó esta socarrona
escultura. El artista Prescindió del santo y eliminó toda la fiereza del dragón
otorgándole unos ojillos mansos. El agua de la fuente chorrea por todo el
cuello del animal como si acabase de salir del agua.
Fuente:
www.zaragoza.es
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