sábado, 2 de agosto de 2014

Caesaraugusta: Bimilenario del César Augusto

La Ciudad:
Caesaraugusta es la única ciudad romana que gozó del privilegio de ostentar el nombre completo del emperador: César Augusto. Se ha propuesto como fecha de fundación de la ciudad el año 14 a.C. quizá el 23 de diciembre coincidiendo con el quincuagésimo cumpleaños del emperador.
 
El período de esplendor de la ciudad, en el que se realizan grandes obras públicas, se desarrolla durante los siglos I y II d. C.
Plinio el Viejo dice que la colonia se situaba donde antiguamente estaba el poblado indígena de «Salduba», en la región de la Sedetania. Para Ptolomeo, geógrafo que escribe en el s. II desde Alejandría, la colonia estuvo entre los celtíberos, lo que no es inexacto si se tiene en cuenta el carácter mixto de la zona. Por otra parte, Pomponio Mela, en el s. I d.C., la califica de ciudad floreciente.
Este triclinio hallado en la calle Añón de Zaragoza, formaba parte de una casa de atrio, de la que se conservan además el impluvium y ocho ambientes abiertos al atrio, entre ellos un posible tablino y varios dormitorios. El triclinio era el comedor de lujo de la casa romana. Estaba formado por tres klines (diván), a los tres lados de un cuadrilátero, quedando libre el cuarto para permitir el paso a los sirvientes.
(Expuesto en el museo de Zaragoza)
 
Por los restos hallados, se deduce que la decoración del techo constaba de una pantera y en el centro, Dionisio Tumbado. En la pared del fondo al centro, Amores y a la derecha Genio Alado. En la recreación he utilizado las imágenes de mosaicos expuestos en el Museo de Zaragoza para decorar la pared.
Normalmente las arcas en las que se guardaban los objetos preciosos, ropajes, dinero, etc., e incluso los tesoros de los templos, se protegían mediante placas de bronce u otros metales. Era frecuente fijarlas al muro de la vivienda para impedir el robo de la misma. En las casas se colocaban en el atrio, adosadas normalmente a una pilastra, situadas sobre una base de mampostería y fijándose en ocasiones al suelo mediante un gran clavo que atravesaba el fondo del arca.

(Expuesta en el museo de Zaragoza)
Es extraordinaria, por su rareza, el arca procedente de Turiaso, de madera, de forma prismática, provista de cuatro patas, recubierta en su frente con placas, crustae, de bronce y claveteada toda de hierro.
 
El Teatro:
El teatro ocupaba el punto más alto de la ciudad romana desde el que dominaba un eje urbanístico monumental formado por el puerto fluvial, el foro, unas termas públicas y una plaza porticada adosada al propio teatro. Es considerado uno de los más grandes de Hispania, con 105 m. de diámetro y capacidad para unos 6.000 espectadores.
 
Los teatros romanos eran construcciones al aire libre. Sin embargo, al ser la fachada escénica tan alta como el graderío (cavea) era posible desplegar un toldo con el que cubrir el vaso del teatro. Las telas eran de lino, teñidas de vivos colores (amarillo, rojo, etc.), y se extendían sobre un sistema de mástiles y cuerdas. Cada mástil se anclaba en la parte superior externa de la fachada mediante un sistema de ménsulas. Desde ellos se tensaban cuerdas por las que se deslizaban las telas que cubrían parcialmente el teatro. Una vez entoldado se rociaba con agua perfumada para refrescar el ambiente (sparsiones).
El uso del velum era caro y complicado, razón por la cual los escenarios solían orientarse hacia el Norte, de manera que los espectadores tuvieran el sol de mediodía a sus espaldas y no fuera necesario extenderlo sistemáticamente. No obstante, su presencia era tan valorada que se anunciaba (vela erunt: ¡Habrá toldos!)
 
El César Augusto:
Un retrato del emperador Domiciano (81-96), tallado en carneola india, piedra semipreciosa, fue borrado y reutilizado a comienzos del siglo II (98-117) para volver a trazar en él un "nuevo" retrato del emperador Augusto. Para ello se rebajó la superficie de la frente para grabar el flequillo típico de Augusto, se eliminó el peinado de Domiciano, se rebajaron las ondas sobre la cabeza y se modificó parte del pabellón auditivo de las orejas. Además se pulieron otras partes del rostro hasta conseguir la fisonomía de Augusto divinizado.
 (Expuesto en el museo de Zaragoza)
 
Encontrado en el interior de una piscina cubierta, cruciforme, de una fuente salutífera destruida a finales del s. III D.C., formando parte de un balneario sagrado, dedicado a Minerva Médica, junto con un interesante conjunto de ex-votos, y ofrendas (monedas, terracotas, vasos cerámicos, murrina, huesos trabajados, arca ferrata, pie de candelabro, etc.).
Este exvoto recuerda la milagrosa curación de Augusto en las aguas de Turiaso a su regreso de las guerras cántabras.
(Expuesta en el museo de Zaragoza)
 
En la coraza de la estatua de Augusto de Prima Porta, los bajorrelieves ilustran la restitución (en el año 20 A.C.) de las enseñas perdidas por Craso en la batalla de Carrhae (Harrán, Turquía), en donde el ejército romano fue destruido por los partos, en el año 53 A.C. Todos ilustran la propia autobiografía, que hizo colocar Augusto, grabada en bronce, a los pies de su mausoleo.
 
Fuentes:
Museo del Teatro Romano de Caesaraugusta
Museo de Zaragoza